Matate amor (Lengua de trapo, 2012) de Ariana Harwicz (Buenos Aires, 1977) es una novela que se lee como un poema que se lee como una película de Lars Von Trier que se lee como una canción country de The Handsome Family. En concreto esta:
Libros
Un rollo de papel higiénico que se confunde con un rollo de película, el sobre que envuelve una declaración sincera de amor y un manchurrón de semen. Este es el mosaico, o tal vez el jeroglífico, que decora la portada de Porn & Pains (Esto no es Berlín, 2013), el primer libro de Elisa Victoria, una joven escritora sevillana que se autodescribe como “estudiante de los peores colegios de barrios desoladores y expuesta a la extrema hostilidad de la más baja horma con chándal de marca”. Superviviente del extrarradio español con el porno como cálido refugio, dedica su libro a este primer amor de adolescencia en una extraña, pero bella, mezcla de fichas de actrices porno, historias cortas, memorias y cartas de amor en las que deleitarse con la belleza escondida detrás de las escenas más sórdidas.
VICE: El otro día pillé en la tele Una conejita en el campus y me acordé de ti y de tu precioso libro. Creo que es porque el personaje de la chica Playboy (Anna Faris) está tratado con la misma ternura con la que tú has hablado de tus chicas del porno. ¿La has visto?
Elisa Victoria: No la vi pero me llegaron los anuncios que son casi lo mismo. Los tráileres te lo cuentan todo. Como en el “previously” de Juego de Tronos, que te resumen tres temporadas en cuarenta segundos. Ahí te das cuenta de que no pasa casi nada. En Los Soprano no hay “previously”, no cabe. De todas formas me puse contenta, me gustan mucho esas películas malas con tantos colorines. Son muy bonitas.
Pre-Lolito
En 2011, el inglés Ben Brooks publicó con diecinueve años su quinto libro y, también, el que le hizo saltar a la fama. Entonces, muchos le alabaron con cierta envidia y, otros le criticaron con la misma cierta envidia por una razón común: ser un adolescente escribiendo sobre ser adolescente. Crezco, se ha catalogado como una novela de iniciación de las que recoge el testigo de Bret Easton Ellis en Menos que cero, pero con un protagonista menos deprimido y mucho más divertido que mata el tiempo drogándose con fertilizante para plantas y que se esconde en la crueldad de la adolescencia para ocultar una sensibilidad que no está muy seguro de querer o de saber cómo manejar.
En la actualidad, Ben acaba de cumplir veintiún años y se ha mudado a Barcelona, donde lo confunden con Sonny de Skrillex y donde da los últimos retoques a su próxima novela, Lolito, que está previsto que Blackie Books publique el próximo otoño.
Además de por Barcelona, lo podéis encontrar en Twitter a altas horas de la madrugada reclutando a gente para una maratón de películas de Paul Rudd u ofreciéndose a ser tu novio durante un mes a cambio de entradas para el concierto de Justin Bieber. De hecho, esta entrevista tiene lugar a las cuatro de la mañana a través del chat de Facebook.
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