En noviembre me robaron en el Raval. Normalmente no suelo llevar efectivo encima pero ese día tenía el dinero del alquiler. De no ser porque alguien que pasaba por allí me gritó señalando al culpable ni me entero. Con el jaleo apareció la Guàrdia Urbana y recuperé el dinero en el momento.
Quien ahora sé que se llama Luigi, no opuso ninguna resistencia en cuanto ellos intervinieron. Se sacó el dinero del bolsillo y se lo entregó a uno de los agentes sin que este supiera siquiera aún qué era lo que había pasado. A mí me llevaron a la parte trasera de un coche patrulla, según me dijeron, para tomarme los datos y acabé poniendo una denuncia sin saberlo.